¿EN QUIEN CONFIAMOS?

Por lo general, detrás del mostrador del herbolario, atienden personas
cualificadas. En nuestro país no existe una regulación concreta sobre los
estudios homologados para ser Herbolistera/o. O Naturópata, entre otros.


Existen centros que adaptan sus estudios a una hipotética formación regulada
que, hace años, estuvo a punto de verse plasmada pero que unas elecciones
anticipadas dejaron olvidadas en un cajón.


El gran problema es que nuestra formación entra dentro del mundo sanitario.
Es una formación perenne, porque siempre hay campos que investigar y
estudiar ya que avanzamos paralelos a la evolución de todo aquello que aqueja
a la población moderna. El estrés, la fibromialgia, reacciones varias de nuestra
piel, son afecciones recientes.


Cuando decides formarte en la mayoría de los casos, estamos hablando de
una formación básica de 3 ó 4 años para naturopatía, otro tanto para
osteopatía, masaje, kinesiología un año para una formación básica, etc. No
hablo de formaciones exprés, de un solo fin de semana, donde el único interés
es el beneficio económico de quien lo imparte, aprovechando el
desconocimiento de quien lo recibe. Sale más barato comprarse un libro y
seguro que algo más te aportará, como base de un camino que no es corto.


Es importante conocer a quien nos atiende. Conozco casos de personas que
han montado un herbolario porque era un negocio “fácil”. Y así les ha ido a la
mayoría. Yo tarde seis meses es realizar un curso de incompatibilidad entre
medicamentos y plantas medicinales. Porque es un tema tan básico como
saber que plantas favorecen al hígado, por ejemplo.


Cuantos clientes se han sorprendido de no poder tomar una simple infusión
porque tomaban cierta medicación.


Por lo general, entendemos de plantas como de medicamentos. Parece que su
utilización generalizada nos autoriza a ser “profesionales” de ambos sectores.
Hay una gran desinformación al respecto. Leemos poco los prospectos de los
medicamentos, nos dejamos aconsejar poco los que estamos detrás del
mostrador “porque alguien cercano a mi hace años que lo toma y dice que la va
muy bien.”


Cada persona es un mundo, cada metabolismo es muy particular. ¿Sabemos
porqué un paracetamol se ha de tomar junto con las comidas? O ¿porqué un
aminoácido se ha de tomar con el estómago vacío?


Sí. Es importante saber en quien confiamos.

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